Historias curiosas de ganadores de Lotería

Jugamos a la lotería esperando que sean nuestros números los que aparezcan en la combinación ganadora, el objetivo principal es ganar el primer premio de nuestro sorteo favorito o por lo menos ganar un “pellizco”.

Todos sabemos que ganar la lotería te abre las puertas a un futuro inimaginable y podrás olvidarte de los incómodos préstamos o deudas, y en el mejor de los casos, podrás vivir el resto de tu vida sin trabajar, disfrutando de tu fortuna.

Pero no todas las historias tienen un feliz, un gran porcentaje de los ricos acaban perdiendo su fortuna al no saber controlar sus elevados gastos y la suerte que tuvieron al convertirse en millonarios se torna en desgracia.

Para evitarlo, lo que debes saber es que el ganador debe conocer sus necesidades diarias de dinero efectivo, asegurar el capital, contar con expertos que le asesoren en inversiones seguras y nunca gastar más de lo establecido.

Si no sabes que hacer si te toca la lotería te contamos algunas historias reales, aunque algunas, bastante peculiares que no deberías seguir de ejemplo.

Objetivo: La fama

Kwame Fosuhene, un ghanés de 24 años se llevó 220.000 dólares en 2017 tras acertar 14 partidos de fútbol. Unos años después del premio estrenó su primera película (Genesis de Ashanti’s). En la BBC reconoció cuál era su principal objetivo: "Quiero ser una gran estrella porque he probado un poco lo que es la fama y ya sé qué sabor tiene"

Yo dejo de trabajar...

El sueño de muchos de los jugadores es dejar de trabajar y dedicar su tiempo a otros quehaceres. Dicen las estadísticas que aquellos que han ganado un millón de euros, solo 1 de cada 5 sigue trabajando.

No es nada sorprendente y seguro que más de uno se presentaría en su trabajo el mismo día del sorteo para decirle a su jefe ¡ahí te quedas!

Una vida de desenfreno

Michael Carroll es el ejemplo de ese ganador de lotería que tira la casa por la ventana y cuya única ambición es gastar hasta la saciedad. Estas historias no suelen tener un final feliz, y en este caso no iba a ser diferente. Carroll ganó 13 millones de libras en 2002, un dinero que invirtió en coches, mansiones viajes y toda serie de caprichos. Actualmente, este inglés cuenta con unos 50€ semanales, y no es que sean sus ahorros, sino que los recibe como subsidio de desempleo del estado. Aun así, Carroll no se arrepiente de nada: “Ir a la bancarrota es lo mejor que me ha pasado y, créeme, me lo pasé muy bien haciéndolo”, aseguró en una entrevista.

Sueños cumplidos y historias rocambolescas que demuestran que la clave está en una buena gestión del premio. ¿Y tú? ¿En qué gastarías un gran premio de lotería?